Blog sobre la historia y la evolución de las tradiciones valencianas

sábado, 19 de septiembre de 2015

Blusones estampados o de color

 

 

Blusones estampados o de color

 
Hola amigos:
Estoy realmente entusiasmada con este proyecto y la aceptación que está teniendo entre amigos y lectores; esta es la veintitresava publicación y el blog, ha sido visitado más de seis mil quinientas veces: gracias a todos.
Volvemos a editar, en este caso, la tercera y última parte de las entradas dedicadas a los blusones. Está claro que hay muchísimas cosas por decir, pero la historia se construye entre todos y no podemos olvidar que la documentación escrita es muy escasa hasta bien entrada la década de los 80. Anteriormente, tenías que basar tus pesquisas en fotografías, exposiciones museísticas, colecciones particulares que llegaban a tus manos, grabados, pinturas… y, cómo no, testimonios vividos o trasmitidos de generación en generación.
Con respecto a los blusones, no hay una fecha exacta para su fusión con la indumentaria valenciana; si bien, como hemos visto  en la entrada anterior, la revolución de la blusa tuvo lugar en época Alfonsina: 1868-1890. Tal como se menciona en el libro Aproximación a la indumentaria tradicional en el campo de Requena y Utiel entre 1789-1914, publicado por la Dirección General del Patrimonio Artístic en 1997, del Museo Municipal de Requena. Cita textual del mismo:

Sin olvidar que, dependiendo de la zona y del trabajo del hombre, vestían con blusones negros, o por el contrario, con blusones estampados o de color. Del libro mencionado anteriormente, he tomado estas dos imágenes:



Es difícil saber a ciencia cierta si los blusones negros surgieron primero que los estampados.

Si seguimos al pie de la letra este excepcional manual sobre el estudio y evolución de la indumentaria valenciana, no podemos pasar por alto esta otra cita textual sobre el blusón –las frases subrayadas son esclarecedoras—, por lo menos en las comarcas de Utiel y Requena:


 

Parece claro que, en esta zona, los blusones negros aparecieron antes que los estampados. La cita está acompañada por esta imagen:

Desde mi humilde punto de vista, nada mejor que un testimonio gráfico para aclarar algunas de nuestras dudas y comprender la evolución de los blusones; teniendo en cuenta que muchas fotografías han llegado a nuestros días dañadas por el paso del tiempo. De igual modo, aparecen posados dignos de mención por el trabajo de todas las prendas que lucen los modelos. Por ejemplo este valenciano que lleva: faixa, camisa, pantalón largo de cuadritos, espardenyes, mocador de cap, y, blusón con bordados y chorrera por dentro de la faixa:
Referencias de blusones negros antiguos, además de las mostradas, tenemos por ejemplo, este retrato de un potentado a finales del XVIII; cuyo blusón negro está muy trabajado:
 
 
En contraposición, de fechas similares, aparece este retrato de una familia castellonense con muchísimas peculiaridades… por ejemplo, el hombre luce un blusón estampado por dentro de la faixa y por debajo del chaleco. Es una estampa para examinar con mucho detenimiento:
 
 
En este óleo de J. Benlluire, cuya pintura costumbrista, representa en la actualidad un testimonio fidedigno de la Valencia de ayer, vemos a un personaje popular con blusón negro.
 
 
 
Convivencia entre blusones de distintos tamaños, formas y colores… se visualizan en estas fotos de archivo, donde la moda y la tradición no están reñidas; cada persona, al margen de su labor social y su economía, igual que en la actualidad, tenía sus preferencias a la hora de vestirse y, que no se nos olvide, tras el mocador de cap, el hombre luce generalmente gorra…
 
Detalle de un blusón original del s. XIX
Esta curiosa imagen de un pirotécnico del segundo cuarto de s. XX, nos habla de los blusones tras la posguerra:

A partir de los años 30 el blusón comienza a caer en desuso… después, llegó la Guerra Civil Española y la posguerra. Pasado el tiempo, cuando las Fallas recobraron su esplendor, JCF asignó un uniforme para homogeneizar las comisiones. El principio es similar al utilizado con los uniformes escolares; con el uniformismo fallero, aunque nos desagrade su uso, no existían distinciones entre las fallas de primera categoría y las de barriadas.  
A mediados de los 80, los valencianos comenzamos a despertar: nos preocupamos por la recuperación de la indumentaria de nuestros mayores. En un principio, los hombres, recurrieron a blusones negros; en muchos casos acompañados por pantalones largos rayados. Con el tiempo, aparecieron los blusones de color y los estampados.  En esta recopilación  fotográfica veréis distintos blusones: hay para todos los gustos… 
En esta imagen aparece Quique Martí, a quien tuve el gusto de conocer en la Casa de Oficios, diseño y moda del Ayuntamiento de Valencia, por aquel entonces, Enrique, era director del Grup de Danses de Lo Rat Penat y coleccionista. Un estudioso dispuesto a mostrar sus conocimientos a las personas fascinadas por la raíces de nuestro antepagados. Luciendo un blusón original del s. XIX, de su colección particular.
En esta otra fotografía aparece una señorita con un blusón muy similar al anterior, de mediados de los 80. En esta década, las mujeres comenzamos a usar blusón del misma forma que lo hacía el hombre, pero la coquetería femenina adaptó mucho antes los blusones estampados con bordados, filigranas, tablas, canesú variados... ¡Así somos nosotras, las mujeres…!
En muchas ocasiones, recuerdo que en las cenas del casal, pese al jolgorio propio de la fiesta, todas las prendas eran negras; escudo de la comisión fallera correspondiente. Con la aportación de los blusones de color, nuestras fiestas adquirieron luz y color. Los hombres más atrevidos, también comenzaron a utilizar blusones de tonalidades diversas en los actos falleros informales, juntos a los negros. Esta imagen es fabulosa para comprender lo qu os acabo de contar… Cada cual, vestía a su gusto. Nuestra familia, dedicada a la confección de indumentaria valenciana, era la avanzadilla en la recuperación de las tradiciones, y, por este motivo en el sector nos apodaban Los Raros.
A finales de los 80 hicimos una exposición y desfile en la hermosísima Gallera de Alzira, que retrasmitió la RTVV. En estas dos instantáneas, dos de los modelos desfilando con vestuario de transición como elementos de la fiesta; ella de basquiña -traje al que le dedicaremos un amplio artículo más adelante-, y mantón de Manila y, él, con calzón corto y blusón de seda.


Reproducción de distintos blusones de finales de los 80 y 90, utilizados para fiesta. La mayoría estampados, pero también aparece un blusón negro…, ciertamente convivían los unos con los otros. Todos los jóvenes llevan pantalones largos de distintos tejidos, junto a otras prendas: espardenyes, faixa, mocador de cap… y los complementos que gutasen, cada uno colocado con su etilo propio:




 
Esta ilustración corresponde a una de las primeras exposiciones que realizaron las Fallas de la categoría Especial en la bajada del antiguo cauce del río Turia. El conjunto es la reproducción de una parte del óleo mostrado en el lateral del maestro Emilio Frejo Gutiérrez titulado El bautizo. Al que agregamos una pieza que deseábamos destacar: el blusón de fiesta de la esquina, de finas rayas en tonalidad neutra y diversos bordados.
En el año 2003, l’Agulla d’Or, obsequió a la corte de honor y la FMV, señorita Vanesa Lerma, con unos blusones estampados de reminiscencias antiguas: ¡qué guapas estaban! Como siempre, las mujeres nos apropiamos de una prenda de la vestuario masculino… Eso sí, luciéndola con toda la feminidad del mundo.
En la actualidad, cada Falla utiliza sus distintivos –escudos, bordados, prendas personalizadas…—, para distinguirse de la Falla vecina. Cada valenciano se siente orgulloso de su Falla, sea de barrio o de la sección Especial. Del mismo modo, los blusones, cuando las temperaturas bajan, quedan relegado a un segundo plano y, encima, los falleros utilizan polares o incluso plumíferos como vemos en los siguientes retratos:

Los bordados del blusón de la señorita están hechos a mano como antaño.
Este blusón personalizado para una Falla, está confeccionado con las nuevas tecnologías industriales.

Como anécdota, señalar la fiesta de Santa Águeda en Bizcaia y Argentina, donde sus miembros llevan blusones negros o de color, como vemos en estas curiosas fotografías que dejan patente que dicha prenda no es exclusiva de la Comunidad Valenciana.

Bueno, queridos amigos y lectores, pues esto es todo por hoy: espero que os haya gustado. Dejamos abierta la posibilidad de que alguna Falla de la Ribera o el Interior, contacte con nosotras y nos cuenten su historia, tal como hicimos en la entrada anterior con la Falla el Mocador de Sagunt. Muchas gracias.
Un Abrazo y feliz fin de semana, el último del verano de 2015. ¡Aprovecharlo!
Marian
©Marian Genovés
Septiembre de 2015
 
Bibliografía
·          Aproximación a la indumentaria tradicional en el campo de Requena y Utiel entre 1789-1914
·          Libro historia de les falles de Cullera 28-98 Joan Castelló Lli
·          Llibret Falla el Cabildo y otras
·          Libro indumentaria valenciana de Frances Xavier Rausell Adrián
·          Indumentaria tradicional en las comarcas del norte de Valencia de Paquita Roca e Inmaculada Puig
Fotografías tomadas de la red y de la colección privada de Marian Genovés
Redacción y fotomontaje, Anna Genovés
 




















 


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