La
indumentària d'un poble, un signe d'identitat - III
La historia de Pepita Samper
A finales de 1928, en el certamen de belleza celebrado en Valencia para
elegir a la mujer valenciana más hermosa, la señorita Pepita Samper Bono,
apodada La guapa, fue elegida Dama de
Valencia, el equivalente actual a Miss Valencia. Un año más tarde, fue distinguida
como Señorita de España (que derivaría en el título de Miss España). Por este
motivo, marcho a París donde por primera vez se seleccionaba a la Reina de la Belleza Europea. En este
certamen tan notorio, La guapa, desfiló con el atuendo de
labradora Valenciana. Sin embargo, dicen las malas lenguas, que su triunfo no
pasó a mayores por motivos políticos…
En Valencia fue recibida como una reina –era muy querida en la ciudad—. Por
este motivo, Lo Rat Penat organizó un homenaje a principios de marzo del mismo año
en el salón de las reinas, precedente de la exaltación de la FMV, en el que
tomó posesión de la cadira payral. Galardón
que la convirtió en la antecesora inmediata de la figura de la Reina Fallera,
creada por la comisión el año siguiente. Tras la llegada de la República el 14
de abril de 1931, se cambió el título de Reina Fallera por el de Fallera Mayor.
Sin embargo, hasta 1933 no se otorgó dicho honor.
En las fotografías adjuntas, vemos a la señorita Pepita Samper, Señorita de España en 1929 y que de manera
“oficiosa” ejerció
durante su reinado las funciones de imagen de las Fallas puesto
que en aquellos años todavía no existía la figura de la Fallera Mayor de
Valencia.
El traje de La guapa, fue diseñado bajo el asesoramiento del ceramista José Matéu
(etnólogo de las más finas esencias valencianas) que marcó las estrictas normas
de la modista que confeccionó dicho traje. Con ello trató de dar un nuevo
impulso a la recuperación de nuestra indumentaria tan querida por los valencianos
y que en esos momentos estaba un poco olvidada y desvirtuada, debido en gran
parte a la situación político-económico-social del momento, y a la gran
desinformación existente.
La primera señorita en ostentar el título de Fallera Mayor de Valencia en 1933, fue Elionor Aznar Carceller, de la que hablaremos ampliamente en la siguiente entrega de La indumentària d'un poble, un signe d'identitat. En esta ocasión, os dejamos una imagen de la segunda FMV, señorita Amparito Albors, fallera mayor de Valencia en 1934.
Tal como publicó en su portada el 11 de Marzo de
1934 la revista Crónica podemos admirar a la segunda Fallera Mayor de Valencia.
Señorita Amparo Albors de la Falla la
Barraca-Cabanyal, luciendo un traje
típico con ricos complementos.
Sobre corpiño negro de manga larga ribeteada con
fina puntilla y escotado, porta una manteleta bordada con hilo oscuro que, con
diversas lorzas, sujeta la cholla en la parte superior del busto para cruzarse
por debajo e introducirse en la falda.
Un collar doble de finas perlas rodea su cuello.
Además, luce arracadas con adorno de lazada y peinetas cinceladas. Su peinado,
con raya al medio, presenta una onda a cada lado, moños laterales grandes y
achicados en la base, mientras que el centro sobresale de manera peculiar,
recordatorio de los que porta la Dama de Elche. Influencia de la que hablaremos
más adelante.
Por otro lado, la moda
internacional se impone en las fiestas en honor a San José, donde nuestras representantes
vistieron la moda Internacional durante varios décadas, dejando de lado los
trajes tradicionales.
En la instantánea la señorita Filo Montoro, Fallera
Mayor de Valencia en 1936, acompañada de
sus Damas de Honor. Se observa que tan sólo una de las señoritas viste a la
usanza de antaño con el traje tradicional valenciano. Mientras que el resto de
representantes portan vestidos de fiesta de la Moda Internacional.
Con todo
hay algo muy curioso… fijaros que, en la actualidad, cuando vemos a una persona vistiendo las
galas de antaño en las fiestas de San José, decimos: “Mira una fallera o un
fallero”. Y podemos estar muy equivovados. Me explico, sólo es fallera o
fallero aquella persona que pertenece a una determinada comisión fallera. Sin importar
su procedencia. Del mismo modo, aquella persona que vista el traje tradicional
valenciano, puede ser un valenciano o un chino que le agrade pasearse con dicha
indumentaria y que, sin embargo, no pertenezca a ninguna Falla. ¡Qué cosas
tiene la vida!
Un
abrazo y hasta la próxima, Marian
©Marian
Genovés
Marzo 2014
Imágenes cedidas
de colecciones privadas o tomadas de la red
Nota* Esta
entrada fue publicada por primera vez en 2009 dentro del llibret de la Falla Mocador
de Sagunto, apartado La evolución de la
indumentaria valenciana desde finales del siglo XVIII hasta nuestros días, y que
obtuvo el primer premio de Llibrets de la Generalitat Valenciana.